J. I Bolao e-mail(Inicie sesión) , I. Iglesias e-mail(Inicie sesión) , M. L. Fidalgo e-mail(Inicie sesión) , E. Alegría e-mail(Inicie sesión) , S. Mejía e-mail(Inicie sesión) , A. Huelmos e-mail(Inicie sesión) , C. Garrote e-mail(Inicie sesión)

Contenido principal del artículo

Autores/as

J. I Bolao e-mail(Inicie sesión)
I. Iglesias e-mail(Inicie sesión)
M. L. Fidalgo e-mail(Inicie sesión)
E. Alegría e-mail(Inicie sesión)
S. Mejía e-mail(Inicie sesión)
A. Huelmos e-mail(Inicie sesión)
C. Garrote e-mail(Inicie sesión)

Resumen

115
El síndrome antifosfolípido  presenta, entre otras manifestaciones.  trombosis recurrentes, abortos de repetición y trombocitopenia, y se  acompaña de anticuerpos contra  algunos fosfolípidos aniónicos.  Inicialmente fue incluido dentro del  amplio grupo de síntomas y signos  del lupus eritematoso sistémico, pero  actualmente se considera como una  entidad independiente de las demás  enfermedades autoinmunes.  

Varias hipótesis intentan explicar  el origen de los anticuerpos  antifosfolípidos; entre ellas,  enfermedades infecciosas y  enfermedades autoinmunes, que  cursan con títulos elevados de  anticuerpos anticardiolipina.  

Las técnicas de elección para la  detección de los anticuerpos  anticardiolipina son el  radioinmunoanálisis (RIA) y el test  de ELISA, encontrándose diferencias  en la estructura de tales anticuerpos  dependiendo de la enfermedad de  base.  

La hipercoagulabilidad y las  trombosis recurrentes son los  fenómenos más notorios en esta  entidad; dentro de éstos, la  cardiopatía isquémica tiene una  importancia notable. Aunque no hay  una relación directa probada "in  vivo" entre el sfudrome  anticardiolipina y el desarrollo de  cardiopatía isquémica, existen  múltiples estudios "in vitro" que  apoyan esta posibilidad.  

Palabras clave

  

Métricas

Search GoogleScholar


Detalles

Detalles del artículo

Sección
Formación continuada