Richard Stith e-mail(Inicie sesión)

Contenido principal del artículo

Autores/as

Richard Stith e-mail(Inicie sesión)

Resumen

953
En este ensayo consideramos que la prioridad de las personas, la infranqueable brecha política entre las personas y las meras cosas, se corresponde con un tipo especial de tratamiento jurídico y político para las personas, a saber, su tratamiento como individuos irreemplazables. Aquel lenguaje normativo que confunde la categoría “persona” con clases fungibles de seres puede, entonces, parecer que justifica que se destruyan y sustituyan seres humanos, tal y como hacemos con las cosas. Por ejemplo, de la habitual pero impropia extensión de la palabra “valor” a las personas pueden resultar consecuencias fatales. La actitud y el acto llamados “respeto” dan lugar, mucho más adecuadamente que “valor”, a la prioridad específicamente individual de las personas, permitiendo que nuestra humanidad común sea una razón de la importancia individual de cada persona. A menos que nos centremos en la vida humana como algo digno de ser respetado, más que valorado, no seremos capaces de argumentar coherentemente frente a quienes piensan que su destrucción intencional es admisible.

Palabras clave

Valor, respeto, persona, dignidad

Métricas

Search GoogleScholar


Detalles

Detalles del artículo

Sección
Artículos